miércoles, 15 de octubre de 2014
La promesa
Cuando iniciaba los 20 en un local donde vendían mini pizzas vi el famoso afiche de James Dean donde caminaba en una ciudad bajo la lluvia con un cigarro en la boca, la sensación que me provoca esa imagen en la base de panza es muy agradable, ya van 2 veces en mi vida que caminando bajo la lluvia en la madrugada esa imagen inunda mi mente haciendo que mis sentidos gocen de una paz difícil de describir, cuando la tercera ocasión se presento fui testigo de una sublime aparición, mi corazón y mi mente se sincronizaron con un solo concepto: ¡Amor!
No lo pensé, solo camine acercándome imprudentemente, me presente y ella solo me miro, mientras trataba de esbozar mi mejor sonrisa ella me regalo un hola que me hizo tocar el cielo por un instante que fue interrumpido por una mujer que en protectora actitud se coloco entre los dos
-Te esta molestando este tipo Loreley.-Loreley, con que ese es su nombre.
-Cálmate Brianda, el solo se esta presentando.-Ella me miro con cierta pena, lo cual me produjo un estremecimiento en la espalda, después descubrí que era porque me estaba cayendo lluvia en el cuello.
-Desconfía de los desconocidos y nunca hables con extraños, que nunca te dijo eso tu madre.
-El no es ningún desconocido, ya se presento.
-No seas confiada.
-Si desea también me presento a usted y le proporciono todos mis datos para dejar de ser un total desconocido- Le dije a Brianda mientras la miraba directamente sus ojos color miel.
-Déjese de tonterías, Loreley ya vayámonos que no ves que esta lloviendo.
-Pero es una lluvia ligera- Loreley hizo cara de puchero mientras azotaba su pie contra el suelo.
-Al menos permitame alguna forma de comunicarme con usted- Le rogué mientras Brianda jalaba a Loreley de su brazo.
-Trabajamos en el despacho de arquitectos que esta a dos locales doblando en la esquina.-Dijo apresurada.
El momento me marco, inmediatamente busque en Internet la imagen de James Dean caminado bajo lluvia y la puse como fondo de pantalla en mi computadora, después de un rato la quite porque la imagen no embonaba bien en la pantalla, por un momento me quede pensado si valía la pena editarla para que ajustara al rectángulo del monitor, mientras meditaba esto, mi jefe se me acerco en forma algo furtiva, y me dio un ligero susto al tocarme el hombro clavando su indice repetidamente.
-Me da gusto que te pudiera sacarte del sopor de donde estabas- Dijo mi jefe mientras se colocaba en una pose que me recordaba a Peter Pan, con las piernas abierta y los puños en la cintura.
-Buenos días señor- lo salude mientras le dedicaba una sonrisa de cortesía.
-Déjame presentarte a Liza ella va cubrir a Gómez mientras lo operan.- Se puso como una modelo mostrando un producto, Liza era la muchacha más estética que he visto en mi vida, solo que su cara seria y enfadada estropeaba todo el panorama, me levante y le extendí la mano la cual miro con cierto desconcierto, por lo que me aventure y le tome la mano para saludarla, la cara de sorpresa que puso me divirtió.- Te dejo en buenas manos Liza el te va explicar todo lo que tienes que hacer.
Le mostré el lugar que Gomez dejo vació la semana pasada, cuando le dio un infarto, por lo que va tener que ser intervenido quirúrgicamente, Liza se mostró inmutable mientras escuchaba mis explicaciones de los deberes que tiene que cumplir, cuando le pregunte si tenia alguna duda ella se limito a encoger los hombros, bueno no importa ahora lo que debo de hacer es apañarme un buen ramo de flores y presentarme en ese despacho de arquitectos para tratar de ligarme a Loreley, cuando llego la hora de la comida ni tarde ni perezoso salí volando de la oficina me pareció escuchar mi nombre pero no hice caso, rápidamente compre una ramo de flores en la esquina y me dirigí a ver mi amada, sin embargo o decepción solo estaba la antipática de Brianda, la cual me recibió con una tremenda carcajada.
-Por Dios, no me digas que ¿esas flores son para Lore?.
-Así es.- Le conteste mientras trataba de recuperar el aliento.
-Andas errado, créeme, ese no es el camino para conquistarla.-La mire extrañada.
-¿Perdón?
-Muchos mejores que tu, han intentado ese camino y sin éxito, ademas de que no esta aquí y no va ha volver en todo el día.
-¿Y mañana?
-Tampoco, se fue de viaje a revisar unos terrenos en otra ciudad.
-¿Volverá pronto?
-No veo porque tengo que decírtelo, pero te ves inofensivo, invítame a comer y tal vez te lo diga.
-¿Invitarte?
-O si me pienso aprovechar para obtener una comida gratis.-Brianda se sobo el estomago en tono de burla.
-Esta bien, ¿donde deseas comer?
-Palabra peligrosas, las cuales te dejan ante la posibilidad de una bancarrota.- sonreía mientras agitaba lentamente el indice en mi nariz.
-Un corte, en el restaurante que esta cerca de aquí.
-Que generoso y tonto.
-Tienes cara de vegetariana por eso lo propuse.
-Nada más errado, me encanta la carne.
-Pero si te ves re flaca-Mentira su figura es bastante buena ahora que la veo bien.
-Genética nada más, así que prepárate.
Su apetito es bueno pero también se vio algo medida en consideración a mi presupuesto, platicamos durante un buen rato, el tema de conversación fue Loreley, por un momento sentí que Brianda intentaba desanimarme en cuanto a mis planes de conquista, pero termine callendole bien y me abrió una pequeña ventana de esperanza para ayudarme.
Al final la acompañe de nuevo al despacho y yo me dirigí de nuevo mi trabajo, Liza estaba sentada en su lugar.
-Volvió muy pronto de la comida- ella simplemente me ignoro.
Por cerca de una semana las comidas con Brianda se volvieron comunes, nos turnábamos el pagar la cuenta, nuestras platicas siempre fueron Lore, pero por momentos Brianda hablaba de ella y eso refrescaba nuestras reuniones, en poco tiempo consideré a Brianda como una buena amiga, sin embargo Liza continuaba en una actitud reseca conmigo lo cual hace que el ambiente laboral se torne algo incomodo, un viernes cuando regresaba de comer me encontré a Liza llorando sobre el teclado de la computadora, me acerque y me coloque a un lada de ella.
-Liza ¿Esta usted Bien?- Ella volteo y me miro como un niño desesperado.
-No puedo, no lo entiendo no importa cuantas veces lo haga siempre desaparece.- Me le quede viendo un momento.
-A ver dime ¿que es lo que esta pasando?
Al parecer Liza llenaba las polizas pero su usuario no tenia el permiso de ingresarlas para modificar los datos, esta situación ya tenia toda la semana y el retraso era abismal.
-Pero esto es error de los de sistemas, ¿porque no dijiste nada?- Liza se tapo la cara con las manos.
-Me van a correr, no puedo creer que solo dure una semana.
-A ver déjame usar mi contraseña.
Nos llevo toda la tarde y noche cubrir lo atrasado, gracias a que ahora eramos dos capturando se pudo realizar el trabajo, cerca de las cuatro de la mañana Liza se encontraba apunto de quedarse dormida, la levante de su lugar y la recosté en el sofá de la oficina del jefe, la cubrí con mi chamarra y continué el trabajo, un par de horas después se pudo concluir, mi ojos estaban irritados y mi espalda me estaba matando, me levante a servirme un café, Liza estaba en la puerta de la oficina tallándose los ojos embarrándose el rimen, termino en una especie de combinación de darketa y mapache, me provoco risa.
-¿De que se ríe?
-¿Tienes un espejo?, por favor mírate el rostro.- Apresuradamente saco una cajita de su bolsa.
-Por Dios, por favor no me vea-Se volteo tratando de ocultar su cara.
-No se apure, solo tiene que lavarse la cara y listo.
Liza corrió a tocador de damas y cerca de 20 minutos después salió con la cara lavada y el pelo recogido con una cola de caballo.
-Disculpe mi apariencia- Desviaba su mirada tratando de evitar verme.
-No hay problema, tu rostro es muy agradable así limpio.
-¿En serio?
-Si, bueno sera mejor nos vallamos, los de limpieza llegan como hasta las 9 los sábados, pero no tengo ganas de toparme con ellos, ¿le parece bien si vamos desayunar al Carl's Junior que se encuentra aquí cerca.
-¿Termino todo?, pero que pena, lo siento no ha sido mi intención...
-Calma, mejor vamos a desayunar que me muero de hambre y después cada quien a su casa a descansar que bien lo necesitamos.
-Esta bien- Puso una actitud sumisa, que en combinación con su rostro limpio la hacia ver adorable.
El desayuno se desarrollo en silencio, Liza mantenía la mirada baja lo cual termino hartándome.
-Ya por favor quite esa cara, que todo se pudo solucionar.
-Pero no ha sido justo, usted perdió toda la noche del viernes.
-Liza, no se apure no tenia nada que hacer, lo más seguro es que me hubiera quedado en la casa viendo películas hasta la madrugada.
-Aun así no me parece justo, el Lunes presentare mi renuncia inmediata.
-Eso si que no, entonce si me fregaría, ya que su trabajo lo tendría que cubrir yo, mejor dejemos esto por la paz y el lunes habla con los de sistemas para que le proporcione los permisos adecuados a su usuario.- Liza por fin levanto su mirada y me vio a los ojos mientra sonreía, por un pequeño instante me sentí incomodo.
El sábado la pase dormido todo el día, cuando por fin logre despertar ya era la madrugada del domingo, estaba totalmente atontado pero cómodo, el sonido de un mensaje perdido en mi celular me llamo la atención, era de Brianda que me invitaba a comer el domingo en casa de sus padres, sin embargo me cito en la mañana para advertirme algunas cosas. No le conteste la hora me parece inapropiada, opte por espera a que amaneciera y a que entrara la mañana un poco más.
No le envié ningún mensaje en respuesta decidí hacerle una llamada en forma directa.
-Bueno, con Brianda por favor.
-¿Eres tú?
-Si quien más.
-Yo creía que no me ibas a contestar.
-Disculpa la tardanza pero me dormí todo el día y no me fije en el teléfono.
-Bueno parece de que aun estamos a tiempo, ¿tiene traje?
-Si ¿Porque la comida con tus padre es algo formal?
-En realidad es la boda de mi hermano, y requiero de una pareja, ya que la persona con la quede se le ocurrió darle apendicitis y esta ahora internado el muy....
-Ya cálmate, si tengo traje y no te apures voy a ser un buen compañero de baile.
-No me digas que sabes bailar bien.
-Para ser sincero de las cheras no paso, pero le haremos la lucha.
-Bueno aunque sea ya salí al paso de esto, por cierto antes de que preguntes, Loreley esta invitada, ¿no hay ningún inconveniente?
-No lo creo, ¿ella llevara alguna pareja?
-Conociéndola, no creo que la necesite, le lloverán candidatos durante el baile, pero ni se te ocurra por el día de hoy tu vas a ser mi pareja así que te amuelas, yo después ya veré como hacer de que Lore y tu tengan su oportunidad.
-Parece que va ha ser divertido.
-¿Por que?, porque Lore va ha esta ahí.
-No, porque me parece agradable la idea de bailar contigo.- un silencio se escucho por un rato en la linea-Brianda, ¿estas ahí?
-Te voy mandar la dirección de donde me tienes que recoger por mensaje, por favor se puntual.-su voz se escucho muy seria.
-Ok.
Me pareció extraño manejar, ya que vivo cerca de mi trabajo y siempre voy todos los días caminando, por suerte tuve tiempo de mandar a lavar mi carro, me dirigí a un edificio de departamentos muy agradable donde se supone que tengo que recoger a Brianda, tomo el elevador y por fin llego al departamento que me indica el mensaje, toco la puerta y la que abre es Loreley arreglada para la fiesta, no se como describirla, pero su perfume y su presencia emboto mis sentidos, si me parecía bella ahora simplemente superaba los superlativos que pudieran describirla.
-Hola, que gusto verte, vienes por Brianda.-me recibió con una amplia sonrisa.
-Así es, esta ella aquí.
-Claro que esta aquí, este es nuestro departamento, lo compartimos ¿sabes?- se puso a mostrarme el departamento mientras esperábamos a que saliera Brianda de su cuarto,
Lore me pidió que me sentara en la sala mientras ella iba por su amiga, espere por un rato, sentía que mis manos me sudaban un poco, mire por la ventana esperando que el paisaje me distrajera pero no me parecía tan agradable.
-La vista no es tan buena ¿verdad?- Era Brianda acompañada de Lore, su presencia me dejo helado, su belleza es imponente, me sentí paralizado, incapaz de expresarme, un leve balbuceo suplió las las palabras que pudieran expresar lo que estaba en mi interior-¿Que te comió la lengua el ratón?
-Perdón, pero me dejaste sin palabras, te ves hermosa- Brianda sonrió con aire de triunfo, mientras Loreley hacia bulla.
-Bueno ya es hora y no quiero que lleguemos tarde, Lore tu nos alcanzas con tu carro, allá nos vemos.-Una sonrisa de complicidad pareció en el rostro de ellas.
Ya en mi carro, el perfume de Brianda inundo el ambiente, en verdad que me gustaba como olía.
-Y, ¿que te pareció mi depa?
-Bonito, acogedor.
-Pero la vista por la ventana apesta, no te parece.
-Buena no es, pero tampoco es tan terrible.
-Lo es si estas viendo ese horrible edificio todos los días.
-¿Y porque no buscas otro lugar?
-Solo por la vista, calma si soy una humilde proletaria.- Trataba de concentrarme en el camino y en su platica, sin embargo su presencia me ponía nervioso, se ve demasiado bonita.
Mi celular sonó, no conocía el numero sin embargo conteste por medio del bluetooth del estéreo por lo que se escuchaba por todo el carro.
-Si bueno, ¿quien habla?
-Este, soy yo, Liza, espero no molestarlo- su voz se oía encantadoramente tímida, Brianda torció un poco la boca.
-¿Que se le ofrece?.
-La verdad, es que quiero agradecerle lo de anoche, y me pareció adecuado invitarle a cenar hoy.-Mi copiloto entrecerró los ojos.
-Lo siento no me es posible en este momento estoy en un compromiso.
-Bueno, es que, también, por error me quede con su tarjeta de acceso de la oficina, la tome por error y como se requiere para el reloj checador, no me parecía correcto que se metiera en otro problema por mi culpa, si usted desea puede pasar por ella no importa la hora, vivo por el centro, a dos cuadras de la oficina de correos.
-No hay problema si paso, ahora mismo estoy realmente cerca solo deme la dirección exacta.- Brianda me miro furiosa.
-Claro- Liza me dio la dirección.
Nos detuvimos en una casa algo antigua, se veía que hace poco la re modelaron, Liza estaba esperando en la puerta, vestida con una blusa entallada y jeans ajustados, esto aunado a su cuerpo de personaje de libro vaquero hace que se vea un tanto digamos interesante, mis hormonas han trabajado tiempo extra esta tarde, 3 de un solo golpe y bueno ya no puedo decir nada, me bajo del carro para recoger la tarjeta, recibo los alagos de Liza con respecto a mi apariencia en traje, sin embargo se torna un poco seria y retraída cuando se da cuenta de la presencia de Brianda.
-Su novia es muy hermosa-Dice Liza en tono bajo.
-Brianda no es mi novia, pero tienes razón es muy hermosa.- al escuchar esto Brianda sonrió en forma un tanto soberbia, mientras veía a liza sonriendo.
-Aquí esta su tarjeta, parece que solo sirvo para darle problemas.
-No se apure, bueno nos vemos porque se me hace un poco tarde.
El reproche flotaba en aire mientras manejaba, un incomodo silencio pedía ser roto a gritos, pero no encontraba las palabras adecuadas, me sentía culpable y no se porque.
-Creo que llegaremos a tiempo a la comida, ¿cual va ser el itinerario de la fiesta?
-Bonita muchacha.
-Que curioso ella opina lo mismo de ti.
-No me agrada, ¿que relación tienes con ella?
-¿Por que la pregunta?
-Se supone que vas detrás de Loreley, no quiero que hieras a mi amiga.
-No lo voy ha hacer, y ademas creo que lo mejor es no insistir con Lore.
-Entonces si tienes algo con esa.-El enojo de Brianda era más que evidente.
-No no tengo nada con ella, lo que pasa es que nos quedamos trabajando toda la noche del viernes, y ella tomo mi tarjeta sin la cual no puedo entrar a mi oficina.
-Buena escusa.
-No entiendo tu enojo.
-No estoy enojada.
-De todos modos, no te preocupes no tengo nada con Liza con excepción de una relación laboral.
-¿De verdad?
-Claro.
-Bueno, primero es la ceremonia en el jardín de la casa, luego la comida y en la tarde comienza el baile hasta que el cuerpo aguante, espero que traigas las baterías bien cargadas porque soy de carrera larga.-Una pequeña luz ilumino sus ojos, dijo todo con cierta emoción infantil.
-Se oye divertido.
-Y lo sera, ¿en serio piensas renunciar a Lore?
-Si, no veo que tenga ninguna oportunidad.
-Seria una lastima, me gustas para Lore.
-No te entiendo.-Brianda se quedo viendo por la ventanilla del auto tratando de evadirse.
Efectivamente Brianda es de carrera muy larga, simplemente no se cansaba, comimos bailamos, las risas inundaban nuestra conversación, el día transcurrió en forma deliciosa, me sentía feliz al verla sonreír, por un instante en mi interior sentí la necesidad de hacerla dichosa sin importar que, ella se dio cuenta, durante una balada Brianda se me acerco y yo la tome de la cintura para bailar con ella, el sentir su cuerpo a través de la tela satinada de su vestido me excito un poco, ella me miraba fijamente a los ojos por instantes no escuchaba la melodía, el mundo desaparecía lo único que era capas de percibir era a ella, recargo su rostro contra mi pecho, su perfume me embriago ligeramente, en forma instintiva apreté ligeramente su cuerpo contra el mio, ella no respigo se limito a dejarse llevar, cuando la música termino, paramos y la solté, sus amielados ojos penetraban hondo en mi.
Esa noche no pude dormir, un confuso torbellino agitaba mis sentimientos, pero esa agitación me hizo feliz, en la mañana siguiente. La imagen del rostro de brianda me hacia esbozar una sonrisa lo cual fue evidente por los comentarios de liza que tenía una extraña actitud conmigo, como demasiado complaciente, sin ningún motivo ella hacia contacto físico conmigo pequeños roses, me hablaba aveces al oído, se torno todo, no se no lo puedo describir como incomodo ya que en si es algo muy agradable, pero los cuchicheos de los demás resultaban evidentes, al grado de que mi jefe me interrogo sobre el asunto:
-te estas acostando con liza.
-no,por Dios de donde saca eso- me disgusto la pregunta.
-las cosas son evidentes.
-en primera, liza es una dama y sus comentarios la pueden perjudicar, en segunda eso es algo que a usted no le importa mi voz sonó muy elevada al grado de que la gente de la oficina comenzó a husmear.
-ya calmante no es para tanto.
Salí furioso de la oficina, me les quede viendo a todos en forma de advertencia y me dirigí a mi lugar, continúe mi trabajo, el día que había comenzado feliz ahora se transformó en enojo, liza solo me miraba y yo trate de ignorarla, al finalizar el día me dirigí a mi casa, pase inconscientemente por el despacho de arquitectos y me encontré con Loreley la salude sin muchos ánimos y ella con una alegría enorme me abrazo, la sorpresa alejo mi mal humor, su comportamiento era demasiado cariñoso al grado del poso sus delgadas manos en mis mejillas y se me quedo viendo fijamente, una gran confusión agitaba mi mente:
-No lo puedo creer- su rostro mostraba euforia.
-De que hablas.
-¿Como de que hablo?, por Dios no juegues, seria demasiado.
-Estoy confundido.
-Brianda me contó todo- La confusión se incremento.
-No te entiendo.
-¿Y Cuando te le vas a declarar?
-¿Declarar?
-No seria bueno que la hicieras esperar, te la podrían ganar, lo que le sobran a Brianda son buenos pretendientes, pero de todos tu eres el que mejor me cae.
Loreley desvió su mirada atrás de mi y puso cara de extrañeza.
-Disculpa se te ofrece algo- Dijo Lore con tono serio, Liza con aire de inseguridad estaba estrujándose las manos.
-Liza, déjame presentarte- ella volteo a varios lados y estallando en lagrimas salio corriendo, yo no entendí nada.
-Esa muchacha esta enamorada de ti.
-¿Liza?, no lo creo, ella solo es una compañera de trabajo.
-Sera muy compañera pero un mujer no reacciona así, por nadie mas que un ser amado, y creo que este es el caso.
Alargamos un poco más la platica, mi mal humor desapareció, con la ilusión de que Brianda me quiere.
El fin del almuerzo marco la hora de regresar a la oficina, entre despreocupado pero al acercarme a mi escritorio Liza me intercepto, su rostro me parecía lo mas dulce que e visto en mucho tiempo, la punta de su dedos apenas y rozo mi mejilla derecha, y una ligera sonrisa enmarco el momento, una sensación en mi interior gritaba por ponerme en acción, pero me pude contener, ella se dio cuenta y en forma muy queda me dijo algo al oído, yo solo pude percibir su perfume mientra su pelo se agito al alejarse un par de pasos, ella solo tomo su lugar y comenzó a trabajar.
Un memo de mi jefe me indico que tengo que quedarme a revisar las cuentas del trimestre pasado para hacer una comparación con años anteriores y preparar un reporte al respecto, el asunto urgía por lo que se me concedió horas extras y la asistencia de Liza, lo que resulto en quedarnos solos en el edificio hasta altas horas de la noche y copados de trabajo, cerca de las 4 de la madrugada decidimos parar, los datos para le reporte estaban listo y podríamos terminar sin problemas el día siguiente, Liza se paro y soltó su pelo en señal de relajación, se descalzo y y estiro su cuerpo mostrando una figura envidiable y unos senos mas que generosos, no pude evitar verla con cierta morbosidad, ella lo noto y continuo en pose mientra agitaba su cabello mostrando un esbelto y lago cuello, se me acerco sonriendo y con paso lentos pero fluidos comenzó a rodearme, mi celular sonó rompiendo la magia del momento la llamada es de Brianda, frunzo el ceño de extrañeza al notar la hora que era, cuando contesto Liza voltea su rosto con enojo.
-Bueno.
-Ayúdame por favor.
-Claro, dime ¿que pasa?
-Necesito que me sirvas de tapadera.
-Claro solo dime que tengo que hacer.
Brianda me explico que Loreley acababa de romper con un muchacho del que ella no tenia noticias y como consecuencia, Lore fue con un bate y le rompió los vidrios de su coche, por lo que fue arrestada, Lore le hablo a Brianda para que pagara la fianza sin que sus padres se enteraran pero el monto de la fianza excede por mucho el dinero que ella posee, por lo que pensó en llamar a sus padres para pedirles dinero para pagar una fianza a lo cual accedieron pero para no meter en problemas a Lore dijo que el que la persona arrestada fui yo, el oído de Liza debe de ser muy fino ya que una mueca de burla se asomo en su rostro cuando estaba escuchando esas palabras, me limite a decir que no se preocupara, que yo la secundaria en lo ella dijera.
Cuando finalizó la llamada me quedé con un ligero mal sabor de boca, me tumbe en mi silla liza se me acerco por la espalda y su manos me masajearón los hombros, me sorprendió la fuerza que tiene en sus manos, su apariencia daba a entender otra cosa.
-Durante mucho tiempo ayude en la panaderia de la familia, cuando las fuerzas de mis padres se vieron aminoradas por la edad me encargue de amasar una buena cantidad de harina para prepara los bolillos que se vendían a diario.-Liza me decía todo esto mientra sus dedos presionaban con las fuerzas de unas pinzas mis hombros provocandome un agudo dolor a lo que no respondí por un falso machismo.- Sabes escuche tu conversación y no creo que sea algo bueno que te achaque cosas que no hiciste, pero como eres un hombre te comportaste tontamente ante una mujer guapa.
-Lo se, pero no puedo negarme, como tu dices soy un hombre que no puede oponerse a los deseos de la mujer que amo.
-De tu amor no dudo, pero de ella no puedo decir lo mismo.
-¿Por que lo dices? a mi no me parece así, ella se ve en un apuro y recurre a mi para solucionarlo, eso me alaga como hombre.
-Ahora entiendo porque me he enamorado de ti.
Un frió recorrió mi espalda, sus palabras aguzaron mi oídos, no sabia que responder, Liza se alejo un poco y con voz calmada me dice que desde que me conoció le llame la atención pero que por pudor se vio incapacitada en decirme algo, ya que lo correcto es que el hombre sea el que hable primero, pero cuando me vio con Brianda en el carro la vez que fui a recoger la tarjeta, se decidió a luchar por mi.
La veo en forma incrédula, no se que decir, temo que mis palabras o la hieran o me comprometan, opte por el silencio, Liza se levanto el cuello de su blusa, se desfajo y mientra me veía en forma maliciosa.
-Sabes que no tienes salida ¿verdad?- Dijo Liza mientras sonreía.
Yo me levante, le acaricie la mejilla, eso me provoco, pero solo le sonreí y tome mi saco, me retire de la oficina pensativo, y con problemas al caminar.
En la mañana siguiente, no me fue difícil el levantarme, ya que no pude conciliar el sueño, al teminar de ducharme, mi celular sonó, no conocía el numero, aun así contesté, escuche un tímido y dulce hola, era Loreley, me dio las gracias mientras trataba de justificar sus acciones, la tardanza de la explicación me desespero al ver que se me hacia tarde para ir al trabajo, de la manera mas atenta que pude, di por terminada la conversación, al despedirnos note que su voz se quebraba, estoy seguro que ella va llorar en cuanto cuelgue el teléfono.
Llegue a la oficina y encontré a una fresca y hermosa Liza rodeada de nuestros compañeros de oficina, se nota que se había esmerado en su apariencia el día de hoy, por lo consiguiente llamaba la atención mucho más que de costumbre. Al verme sonrio y aparto el cerrado grupo de admiradores, me quede inmóvil mientras se acercaba con felinos paso, su indice acaricio el botón de mi camisa que se encuentra debajo de la garganta, me beso en la mejilla en forma de saludo, note el adorable aroma de su cabello, y solo dijo buenos días, el resto de la jornada transcurrió en forma normal, al llegar la hora de la comida me retire con la intención de Buscar a Brianda.
Cuando llegue al despacho de arquitectos donde trabaja Brianda, encontré todo cerrado, la frustración hizo que la falta de sueno me provocara un leve mareo, me senté al borde de una enorme maceta que sirve de adorno en la entrada del edificio, no sabia que hacer.
No quiero regresar a la oficina, estoy muy cansado, y se que terminare cediendo a la tentación, casi lo anhelo, entrecierro los ojos un instante, dejo de pensar, el silencio inunda mi mente, una deliciosa nada se vuelve mi todo, respiro hondo y comienzo a caminar, el aire acondicionado de la oficina me refresca, no me había percatado del calor hasta que entre en el edificio, me senté en mi lugar, me quede viendo el teclado y comencé a trabajar.
El final de la jornada llego, el reloj marca las cinco y me dispongo a retirarme, sin embargo mi jefe me detiene, me pide que lo acompañe a su despacho, lo primero que me comenta es lo impresionado que quedo con el reporte que entregamos Liza y yo que por los resultados ve necesario encomendarnos mas tareas en equipo por lo que se nos asignara una oficina compartida donde podremos laborar en forma mas cómoda que en los cubículos que ocupábamos hasta el momento, no se que decir pero la noticia me provoca sensaciones encontradas, cuando salgo me encuentro con una sonriente Liza.
Comienzo una lenta caminata para dirigirme a mi casa pero en el trayecto soy interceptado por Brianda, senti alivio, la invito a cenar pero ello sugiere que sera mejor comprar comida para llevar, dice que quiere conocer donde vivo, pasamos por un supermercado, compramos algunos ingredientes con la intesion de cocinar una pasta, el cansancio estaba mermando mi concentracion y no pude evitar bostezar, cuando llegamos me tumbe en el sillon y Brianda se limito a cocinar, aromas agradables proveniente de la cocina me despertó,le pedi disculpas por quedarme dormido ella solo sonrie y comenta que le encanta mi rostro cuando duermo, la velada transcurre dulce,charla y comida se complementa Brianda comienza a contarme la historia de cuando era adolecente y cuando cursaba la secundaria conocio a Loreley, parecen muy unidas, el vino y la pasta cobra su cuota y la somnolencia nos vence, esa noche solo dormimos, el verla a mi lado al despertar me produjo un sensación de paz y bienestar, impido que el despertador suene, me quedo un rato mirándola, analizo mis sentimientos y obtengo una desagradable frustración, no se si dejarme llevar o simplemente ignorarla, aun así siento que la situación ya nos pone algo comprometidos, al analizar las lineas que forman a sus facciones me doy cuenta que la deseo, pero a liza le dije que amaba a brianda pero lo que en este momento siento no creo que sea amor, solo simple deseo y yo nunca me dejo llevar por mis gónadas.
Brianda abre sus ojos y me dedica una sonrisa, recarga su codo sobre el colchón y la mano en su sien en actitud de venus recostada, levanta las sabanas y me sonríe, yo simplemente me dejo llevar por mis gónadas.
Escuchar el correr del agua en la ducha se escucha la dulce voz de brianda entonando la canción del verano, mi ego crece al escucharla, pero mi mente se encarga de pagarlo con el simple plumazo de un pensamiento, no es amor sino simple deseo.
La dejo en la puerta de su departamento, besos y arrumacos adornan la despedida, me dirijo al trabajo, me siento extraño el tener que pensar en usar el estacionamiento de la empresa que generalmente ignoro ya que siempre voy al trabajo a pie, en el trayecto me encuentro con liza, paro mi auto y le hablo, con un rostro fresco me dedica una sonrisa, no dice nada solo sube al auto, me le quedo viendo un rato y en un solo instante una terrible necesidad de besarla recorre mi espina, ella lo intuye y sonríe en forma coqueta mientras me dedica una mirada que resulta difícil de ignorar, no entiendo como logre controlarme, pero lo hice.
Llegando a la oficina el jefe nos convoca ala su oficina, tiene en sus manos el fruto de dos semanas de arduo trabajo que realizamos liza y yo.
-Me encanta, en serio estos reportes son magníficos- Liza sonríe, mientras yo me incho de orgullo.-me gusta tanto que me encantaría que ustedes lo presenten personalmente a la junta de accionistas la próxima semana.
-¿accionistas, pero eso seria en la casa matriz?.
-correcto tienen que ir a New York- yo me paralice y liza dio pequeños aplausos de emoción.
Al finalizar nos dieron los detalles del viaje y los boletos y los datos de reservación, de camino a nuestro despacho liza me susurra al oído "va ha valer la pena"
Por un buen rato no hice nada, me quede sentado mirando fijamente la pantalla de mi monitor apagado, no me di cuenta de la cara de burla que ponía Liza, ella solamente sonreia, por fin pude salir de mi supor, me levante y cerre la pueta de la oficina, me dirigí lentamente hacia el lugar de Liza mientras la veía lo mas intimidantemente posible, ella ladeo un poco la cabeza mientras acriciaba el cuello desviando la miranda como si algo le llamara la atencion en la pantalla, cuando llegue con ella solo le tome los hombros y la levante, al inio solo vi sorpresa en sus ojos pero fue fugaz ya que despues sonrio y vi felicidad en su rostro, la vi y pase mi nariz por su mejilla izquierda, el contacto y su aroma me exito, ella se estremecio levemente, puse mis labio cerca de su oreja y le dije "Claro que va valer la pena", me aleje poco a poco y abrí la puerta de la oficina.
En mi interior e reproche lo que acababa de hacer,
pero mis hormonas me lo agradecieron haciendo correr una generosa dosis de endorfinas, la semana corrió en forma simple, mis noches las endulzaba brianda y el en el trabajo era tratado como rey por liza sin embargo la felicidad me era negada por mi conciencia, estoy seguro del amor de liza, pero de brianda las cosas se están volviendo cada vez mas profundas, ya no se que decirle a liza ya que sexta volviendo muy atrevida con el trato diario y yo no soy presisamenyte de piedra, aunado a que liza es precisamente como es resulta difícil aguantar.
El viaje por fin llego, me costo trabajo contarle a brianda que liza era mi acompañante en este viaje, pero loreley me ayudo convenciéndola de yo no haría nadamaloe, se lo agradecí, pero lote me advirtió " esto solo lo ago para tranquilizarla, te toca a ti hacerlo realidad, no conozco a la tal liza, pero hay pocas personas que puedan superar a brianda, así que tranquilizó eee"
-de echo si la has visto, te acuerdas de aquella muchacha que nos interrumpió afuera de dode trabajan, pues es ella.
-la jovenciata exuberante?
-no es exuberante.
-si como no, ahora entiendo por que brianda esta preocupada, mira nomas con la que has salido de haber sabido ni siquiera te habría apoyado.
Por desgracia tiene razón.
Brianda y lore me despidieron en el aeropuerto, con la mirada fulminaban a liza la cual las ignoraba estoicamente, cuando nos dispusimos. Entrar al cuarto de abordaje liza se volteo e ignoro que hizo pero se oyeron gritos de enojo de mi novia y su amiga.
Dormimos durante casi todo el viaje, debido a que nuestro viaje era en clase turista, los asientos están muy juntos y el contacto de los brazos era inevitable, Liza se recostó en mi hombro y yo lo disfrute, una anciana que se encontraba en el la fila de a lado nos vio con ternura y nos sonrió.
En realidad todo el tiempo se nos estaba yendo de las manos por la gran cantidad de trabajo que se nos presento al realizar nuestra presentación, nos diluvio solicitudes de entrevista para comparar cifras y exponer ideas para futuras reuniones, veía como Liza pudo manejar estoica la avalancha de datos que se nos venia encima y me dio una especie de orgullo lo estoica que se presentaba, por las noches terminábamos rendidos con solo la idea ir a dormir y poder reponer fuerzas ya que el día siguiente seria igual o más pesado, nuestra estancia en nueva york se extendió por mas tiempo de lo planeado, nos proporcionaron habitaciones en el four season y nos trataron como reyes, lo cual no se podía disfrutar gran cosa debido al poco tiempo libre que nos quedaba, sin embargo una tarde terminamos antes de lo planeado y el jefe se sección de la oficina central nos invito a tomar una copa con el grupo directivo, se veía la firme intención de querer quedar bien con Liza pero ella no mostraba ningún interés, sin embargo, esa noche ella se apego a mi más de lo acostumbrado, supongo que el alcohol motivo esto, el director me veía con cierta suspicacia y me dijo en voz baja, "you are a lucky man", casi de madrugada nos dirigimos al hotel, acompañe a liza a la puerta de su habitación y me dispuse a dejarla, pero ella me detuvo de la manga de mis saco y con cara baja pero con la mirada alta me dijo "no me dejes sola por favor".
Entre a su habitación y me tumbe en el sillón mientras ella entraba al baño a tomar una ducha, no estaba nervios ya que sabia de antemano que no iba ha pasar nada, pero sin embargo el aroma que provenía de la ducha incrementaba la esencia de ella, cuando por fin salio no estaba envuelta en una bata sino en una camiseta con boxer, su pelo apenas y mostraba restos de humedad, ventaja de tener el pelo no tan largo supongo, su cuerpo exudaba un aroma a mujer y su pecho se enmarcaba perfectamente en la gastada camiseta, su rostro sin maquillaje daba una mezcla de inocencia y erotismo aunado en esos carnosos labios, apesar de que veía ese monumento al deseo, yo sabia que no iba ha pasar nada, ella se retumbo en la cama y comenso a platicar sobre como ha cambiado su vida en estos meses, de los sueños que se le han cumplido y de las nuevas metas que se ha impuesto, yo le respondía con opiniones y comentarios acerca de nuestro trabajo, la platica fluyo en forma natural, parecía que hacia tiempo que necesitábamos hablar de esta forma, sin presiones ni pretensiones, por fin pude pasar un momento en que no me sentía incomodo con ella, y en ese momento me di cuenta de lo maravillosa que es Liza, y me extraño la opinión que guarde sobre mi, mas bien me acomplejo ya que no creo alcanzar el nivel de expectativa en que me tiene y se lo hago saber pero ella se muestra eceptica al respecto y me dice que no me conozco en forma correcta y que se va ha encargar de quitarme las venda de los ojos, la madrugada se acercaba y los bostezos trajeron el sueño, me retire y ella me dio un beso inocente en la mejilla en forma de despedida.
4 de julio en new york, día feriado y por lo tanto no teníamos que presentarnos a trabajar, como por eso de las doce del día le marco a Liza para invitarla comer y turistiar un poco, una especie de yupi ahogado en la bocina del auricular me sorprendió, me vestí informal y cómodo, ella también pero con la diferencia de que sigue pareciendo modelo de portada de revista deportiva, recorrimos la ciudad sin prisa, la risas y comentarios sosos inundaron nuestra conversación, al caer la tarde nos apaciguamos un poco cerca de central park, una multitud de gente sentada en el pasto nos indicaba que algo estaba por ocurrir y ellos esperaban que ocurriera, y así fue, una multitud de chispas multicolor inundaron el cielo, fuegos artificiales alegraban nuestra vista, Liza se abrazo a mi brazo derecho mientras nuestras miradas se dirigían al cielo, se que ella no lo noto pero yo la vi de reojo y un impulso por querer besarla me taladraba el pecho, me limite a abrazarla lo cual respondió con hundir su cara en mi pecho, yo olía la coronilla de su cabeza, un instante mágico de sensaciones que borro toda percepción del entorno, solo estábamos ella y yo, la sentía completamente unida a mi, una natural plenitud saturo mis terminales nerviosas, no quiero que este instante acabe, escucho su voz un poco apagada y dulce diciendo "te amo", yo no respondo se que no importa lo que diga voy a lastimar a alguien levanto su rostro suavemente de su barbilla, me pierdo en sus ojos y la beso, al inicio en forma lenta, delicada pero termino con arrebato y locura, nos apresuramos y nos dirigimos al hotel, no pensé solo me deje llevar, y así fue al principio lento como explorando pero luego de unos minutos ninguna limitación pudo con nosotros, sensación tras sensación, estábamos conscientes de lo que le provocábamos al otro y lo disfrutamos en plenitud, aromas y caricias se mezclaron momento a momento, el contacto de su piel me animaba a continuar, sus besos perdían mi razón y los sonidos que emitía aumentaba mi excitación, el tiempo se esfumo pero el tibio amanecer nos hizo conscientes de la realidad, pensé que seria duro aceptarlo pero todo se presenta en forma natural, me levanto con una fuerte sensación de felicidad, y ella me ve sentada en la cama con su cabello alborotado y una gran sonrisa en su rostro me dice que es hora de arreglarnos no es conveniente llegar tarde al trabajo, me retiro a mi habitación para arreglarme y mientras me ducho pienso en que es lo que voy a hacer, la sinceridad es el camino correcto pero no quiero tomarlo, estoy disfrutando tanto esto que me gustaría alargarlo lo más posible pero no lo considero justo.
Nos vamos juntos al trabajo, estamos tomados de la mano ni siquiera lo pensamos solo lo hicimos, al llegar las mordaces miradas de todos nos condenaban y felicitaban al mismo tiempo, continuamos con nuestra labor y los días pasaron con una dulzura que jamas imagine, el ultimo día nos organizaron una junta, en la cual agradecieron nuestra colaboración y nos propusieron algo inesperado, un puesto de planta en esa oficina, con todos los beneficios económicos que eso implica, por momento nos quedamos helados, no sabíamos que decir, pero no se que me impulso a decir lo siguiente.
-Si Liza acepta encantado- ella volteo a verme y una enorme sonrisa mostró sus blancos dientes.
-Pues aceptamos.
Una gran algarabía nos estallo en la cara, simplemente se transformo en fiesta.
De eso ya hace 8 años, me pongo a recordar esos momentos ahora que estos en el pasillo del hospital esperando el nacimiento de mi hija, la enfermera me indica que pase y soy conducido a un quirofano liza me espera con una hermosa bebe en los brazos, todo es perfecto.
FIN
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